Hookah Travel: Estambul
Bienvenidos a Estambul, bienvenidos a una de las cunas de la pipa de agua moderna. Donde aún se puede ver a los ancianos fumando pipa de agua en sus calles, mientras juegan al backgammon, leen el periódico, escuchan la radio o simplemente se relajan con sus amigos con una charla, mientras en ocasiones resuena la llamada a la oración de los musulmanes.
Estambul, una ciudad entre dos mundos, situada en el cozarón de dos continentes, plagada de magia, de color y de belleza. Durante el recorrido por la antigua Bizancio, se puede degustar comida típica (los famosos kebab, por ejemplo), asombrarse con sus bellos monumentos, como Santa Sofía o la Mezquita Azul, escuchar el vibrante sonido de la ciudad, y por supuesto, fumar en uno de los lugares del mundo donde más arraigo tiene la pipa de agua, más conocida como narguile. En cualquiera de los ‘narguile bar’ de Estambul, las pipas son algo distintas a las que hay en Europa, ya que la mayoría está fabricada con latón, con el tubo interior de cobre, sin purga y con una cazoleta macho que se introduce en el mástil y no al revés. Además, en estas shishas no se puede soplar por la manguera para vaciar el humo, por lo que es una forma de fumar más clásica, y habitualmente se utilizan junto a unas enormes y muy decoradas mangueras de cuero, que regalan un gran tiro.
En los narguile bar no se permite fumar cigarrillos, por lo que el aroma a té y a tabaco predomina incluso por las calles aledañas
La mayor ventaja, y satisfacción para el usuario, es que en los bares de shishas utilizan carbón natural y los camareros siempre están pendientes de cambiarlo cuando esté más frío por otro al rojo vivo. Sin duda conocen al detalle el producto con el que trabajan, de modo que harán lo posible por conseguir que la sesión sea un éxito. Los sabores disponibles son los habituales en este tipo de lugares clásicos, doble manzana, menta, uva y sabores potentes que bien conocemos.
¿Dónde puedo comprar una shisha?
Para comprar alguna hookah en el Gran Bazar, estrella de las visitas a la ciudad, hay numerosas tiendas donde conviven las especias, las telas, los narguiles y tabacos.
Como en todos lados, las copias de origen chino están por doquier, por lo que es importante asegurarse de que nuestra pipa deseada es realmente turca. Los vendedores suelen explicarlo o se puede recurrir al truco del imán, que en el latón no se pega, pero en el metal de las pipas de origen chino sí. No obstante, no suelen engañar a los turistas, pero siempre es mejor preguntar y asegurarse de la procedencia de sus productos, ya que muchos de ellos están realizados prácticamente de forma artesanal. Estambul es una ciudad de la que se puede disfrutar con los cinco sentidos, y que tiene un lugar especial dentro del mundo de la shisha.
Un patio con vistas a la mezquita
Mi lugar favorito de la ciudad para disfrutar de una shisha es Corlulu Ali Pasa Medresesi, una antigua madraza o escuela coránica reconvertida en narguile bar. Fumar en un patio interior, al lado de la mezquita y mezclarse con todos los turcos que aprovechan algún descanso para relajarse, es una experiencia realmente única. Es importante destacar que en estos lugares no se puede beber alcohol, ya que por una cuestión cultural y religiosa, los musulmanes no consumen este tipo de bebidas Otro dato importante es que no se permite fumar cigarrillos, por lo que el aroma a té y a tabaco de shisha predomina incluso en las calles aledañas.