Flame Flamingo, un postre al estilo americano
Flame Flamingo es uno de esos tabacos para degustar después de comer, todo un postre que sabe combinar la esencia del arándano con una base dulce de muffing. Y sí, realmente guarda fidelidad con un muffing de arándanos, ya que se identifica nada más abrir el envase con un intenso aroma a la masa de este postre con un ligero toque ácido.
El aterrizaje de Flame ha dado para mucho. En este caso, y guiados por las preferencias de nuestros seguidores, nos hemos lanzado a probar esta recreación del muffing de arándanos. Estos sabores suelen ser todo un riesgo para los fabricantes, debido a que si no encuentran equilibrio entre ambas esencias, el resultado puede ser una catástrofe empalagosa. Pero no, no es el caso.
Al abrir la lata, que cuenta con varios envases para garantizar su frescura, percibimos un intenso aroma a repostería, en concreto al de la masa con la que se elaboran las magdalenas y las tartas. El final de este se corona con un toque ácido que nos regala el arándano y que sin duda va a ser el que aporte el contrapunto a la fumada de principio a fin. Este tabaco requiere de una manipulación previa para eliminar algunas venas de la hoja de tabaco, e incluso, para cortar alguno de los copos que cuentan con un tamaño superior. Para su consumo se puede hacer tanto en cazoleta tradicional como en una phunnel, aunque en este caso se ha optado por una tradicional con screen y cuatro carbones.
La primera parte de la fumada es bastante dulce donde el sabor del muffing es más intenso, pero cuando parece que la fumada no va a ir más, aparece la esencia de arándano para dar un toque más interesante y ácido. Esta acidez está muy bien equilibrada y conseguida, de modo que la mezcla entre ambas ofrece un resultado muy dinámico.
Para concluir, pasa la hora y cuarto de fumada las esencias comienzan a desvanecerse paulatinamente dejándonos en un primer plano el sabor a arándano para rematar. Asimismo el tabaco ofrece una tolerancia al calor media-alta sin necesidad de estar muy pendientes del carbón para disfrutar de una sesión relajada sin mayor preocupación.