Al rojo vivo: tipos de carbón para cachimba
El carbón para cachimba es un elemento muy importante, no sólo porque es fundamental para la combustión del tabaco, sino porque influye significativamente en la calidad de la fumada. Para ello, el mercado nos ofrece dos tipos de productos que nos permiten disfrutar de experiencias diferentes según nuestros gustos.
El carbón para cachimba sirve para calentar el tabaco ubicado en la cazoleta, que arde de manera progresiva, y genera dentro del vaso de la pipa el humo que vamos a aspirar. También determina la apreciación de los sabores, ya que si es de alta calidad no contaminará la fumada y realzará los matices del tabaco. Encontramos dos tipologías: el natural y el de autoencendido.
El primero está compuesto de trazas de árboles, coco y bambú quemados, y su poder calórico asegura una combustión que en muchos casos puede superar la hora y media. Esta característica lo convierte en el favorito de los profesionales de la hostelería, ya que al tardar más en consumirse, permite utilizar el carbón para varias fumadas y resultar así más rentable. Otra ventaja de este tipo de carbón para cachimba, además de su larga combustión, es que ofrece una ceniza muy densa y compacta. Esto resulta positivo si fumamos al aire libre, ya que no mancha ni genera riesgo de quemaduras si sopla una racha de viento. También evita que caiga la ceniza en la cazoleta y contamine el tabaco, y por tanto, el sabor de la fumada. Su encendido requiere de una fuente de calor constante y de gran potencia, como un hornillo eléctrico, un camping gas, una cocina de butano, un soplete o incluso la propia vitrocerámica.
Hay que tener cuidado a la hora de prenderlo para evitar quemaduras, por lo que utilizaremos unas pinzas metálicas, similares a las que se usan con los cubitos de hielo, para manipularlo y situarlo en de la cazoleta. Por otro lado, la gran ventaja del carbón para cachimba de autoencendido es su rapidez en la combustión y que no necesita una fuente de calor constante.
Estas características lo convierten en el idóneo para los fumadores que disponen de una shisha en casa porque su duración es perfecta para una sola fumada y es muy fácil de encender. Basta con utilizar la llama de un mechero durante unos segundos para que comience la combustión. No debemos olvidar el uso de unas pinzas similares para evitar accidentes.
A diferencia del carbón natural, el de autoencendido tiene un menor porcentaje de elementos orgánicos en su composición, que aceleran el prendido y la combustión, y generan una ceniza menos densa. Esto resultaría una desventaja si vamos a fumar en exteriores, ya que el viento podría acelerar este proceso.