Erasmus Timeline, un clásico renovado
Desde que Erasmus sacara sus ocho nuevos sabores hemos tenido la oportunidad de descubrir todas y cada una de sus gamas al detalle, aunque si bien es cierto, Erasmus Timeline es uno de esos tabacos en los que tenemos que detenernos durante un largo periodo de tiempo simplemente para fumar, disfrutar y relajarnos durante una sesión superior a una hora.
La nueva gama de sabores de Erasmus supone un salto de calidad con respecto a las líneas anteriores -entiéndase calidad como un indicador de buen trabajo- ya que las mezclas son mucho más atrevidas y tienen un mejor remate y comportamiento. En el caso de Erasmus Timeline, la mezcla no varía mucho de los tradicionales chicles de canela archiconocidos de otras marcas, pero sí el resultado: un clásico renovado y con un toque especial.
Al abrir el envase, una tarrina de plástico con una bolsa termosellada en su interior, encontramos un tabaco que emite una ligera fragancia fresca, que gana cuerpo y complejidad cuando la liberamos de su envase plástico. Una vez fuera, podemos tocar un tabaco con una hoja bien picada, de la variedad virginia con un despalillado que mejora a las anteriores remesas, puesto que apenas se encuentran venas de tabaco u otros derivados de la planta.
Erasmus mejora su corte y despalillado con los nuevos sabores
En cuanto a la carga de melaza cabe destacar que sigue siendo la misma que siempre incorpora, de tipo medio algo más generosa que lo que se acostumbra a ver en tabacos de un corte similar. Asimismo requiere de una manipulación previa muy ligera, casi anecdótica debido a que no es necesario liberar al tabaco de una excesiva melaza o cortar la hoja.
Para degustarlo hemos optado por utilizar una cazoleta de tipo phunnel con papel de aluminio y tres carbones naturales de 25mm para sacar su mejor versión. Y la verdad es que el rendimiento es muy bueno. Durante los primeros 20 minutos de la fumada se percibe un intenso sabor a clorofila, nada agresivo y con un toque dulce.
Seguidamente da paso a la estrella invitada de la fiesta, la canela, que en conjunción con esa clorofila más dulce crean una simbiosis perfecta. Erasmus Timeline es un tabaco que gana mucho con el calor, de modo que no es necesaria tener una gestión del calor muy compleja. Es decir, volteando los carbones cada 10 minutos para que no se apaguen, se puede disfrutar de una sesión que sobrepasa la hora con una intensidad de sabor media y muy regular.