Cómo transportar una cachimba
Vamos a admitirlo de una vez: transportar una cachimba de un lado a otro es un rollo. Cada vez que nos lo planteamos parece que estamos preparando el equipaje. Sobrevivimos gracias a los lugares para fumar que tienen pipas de agua propias, pero a veces no hay más remedio que cargar con la nuestra: porque nos vamos de viaje, porque queremos fumar con amigos, porque nos mudamos de casa…
Transportar una cachimba no es tan difícil si contamos con el material adecuado. Es verdad que podemos apañarnos con una bolsa de deporte o una maleta pequeña que tengamos en casa, pero corremos el riesgo de dañar nuestra shisha si se entrechocan las piezas con el movimiento. En estos casos, al final, lo barato sale caro.
Existen soluciones muy prácticas y económicas para este problema, como lo son principalmente las mochilas y los maletines para cachimbas. Ambas son buenas opciones, siempre y cuando aseguren una buena sujeción de todas las piezas: lo importante es que nada se mueva de su sitio durante el transporte.
Lo mejor de las mochilas es que se pueden llevar colgadas a la espalda, dejándonos las manos libres. Además, algunas cuentan con bolsillos adicionales para meter cazoletas, mangueras, tabacos… En cambio, los maletines son cómodos de trasportar porque a veces tienen ruedas que nos liberan totalmente del peso de la shisha.
Elijas lo que elijas, lo primordial al transportar una cachimba es tener la seguridad de que llegará sana y salva a su destino.
Consejos para transportar una cachimba
- Asegúrate de que las piezas no “bailan” dentro del envase que hayas escogido.
- Separa las piezas frágiles o pequeñas en bolsitas o bolsillos para que no se estropeen ni se pierdan.
- Rellena los huecos con papel de burbujas para mejorar la sujeción y proteger la cachimba de los roces.